Finalmente el tribunal integrado por los jueces
Andrés Olié,
Daniel Sáez Zamora y
Alejandra Ongaro, resolvió este jueves
2 de febrero determinar la culpabilidad de
Magdalena Espósito (25) y
Abigaíl Páez (28) ante las acusaciones de
homicidio calificado con alevosía y ensañamiento.
Curiosamente, el tribunal no tomó en cuenta la responsabilidad en la madre en el abuso sexual ni consideró el odio de género reclamado por la familia. Ambas mujeres torturaron y golpearon hasta la muerte al niño
Lucio Abel Dupuy -el hijo de
Espósito de tan sólo 5 años-, pero para el tribunal la madre no habría abusado de él.
La no consideración del
odio de género, además, impide la reclusión perpetua, una condena que todo el país reclama ante el martirio de
Lucio.
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La decepción de parte de la familia del niño y del abogado
José Mario Aguerrido por tal decisión fue evidente y, seguramente, luego de que conozcan los detalles de la sentencia, avanzarán en las distintas instancias provinciales y nacionales para que se contemplen todas las responsabilidades de las mujeres.
La jueza del Tribunal de Familia
Ana Clara Pérez Ballester, que dispuso sin control alguno que
Lucio estuviera con las acusadas, es sin dudas responsable de que los golpes, la violación y los malos tratos hayan sido parte de la vida cotidiana del niño que nunca dio una señal de ello a sus abuelos, grandes protagonistas del reclamo de justicia.
La decisión de declararlas culpables (la sentencia será informada el
13 de Febrero a las 8:00), viene a dar algo de consuelo a
Ramón y
Silvia, sus abuelos, a
Cristian, su padre, y a una larga lista de personas de La Pampa y de todo el país que, desde las últimas semanas, supieron de los escalofriantes detalles de las acciones de odio de
Espósito y
Páez. Seguramente la sentencia será prisión perpetua (
35 a 40 años, sin salida anticipada).
El deseo de
Marcha por la Vida Argentina es que la jueza
Ana Clara Pérez Ballester y todos aquellos que pudieron haber evitado la tragedia del
26 de noviembre de 2021, paguen con la inhabilitación que corresponde. Y que todas las estructuras del Estado y la Justicia garanticen que se tomen todas las medidas para que se ponga freno a todos los casos actuales y futuros de abuso, maltrato y muerte de niños.