En Italia el proyecto de ley Zan (llamado así por el diputado homosexual de 47 años Alessandro Zan en funciones desde 2013) quiere convertir en delito toda crítica a la orientación sexual e identidad de género.

La norma se opone a la ley natural y moral, además de transformar una desviación en un derecho protegido y, una vez aceptado, abre el camino a la pedofilia, el incesto y cualquier otra manifestación de la vida sexual.

La Asocación Familia Mañana ha luchado contra esta visión totalitaria desde 1999 cuando, por primera vez, el 23 de noviembre el presidente del Consejo Massimo D’Alema introdujo una ley contra la homofobia. Luego de 20 años, la asociación reitera que el decreto Zan representa una seria amenaza para el orden natural y la libertad de expresión, no sólo de los cristianos, sino de todos los ciudadanos italianos.

Las normas que se pretenden adoptar responden a una mera perspectiva ideológica, completamente arbitraria a nivel jurídico, disfrutando los homosexuales de los instrumentos jurídicos previstos por el Código Penal para todos los ciudadanos contra cualquier forma de discriminación injusta, violencia, o ánimo de ofender la dignidad personal. De hecho, el bien legal inventado y protegido es la libertad de elección del sexo ilimitado.

Con la aprobación de esta norma todos (docentes, sacerdotes, periodistas, etc.) tendrían prohibido decir que sólo existen –como claramente lo indica la naturaleza- hombres y mujeres, que la homosexualidad y otras desviaciones son inmorales, y si así lo hicieran recibirían pena incluso de cárcel.

Como es comprobable, muchas de las aberraciones jurídicas que ocurrieron en otros países de a poco llegaron a la Argentina. Todo está preparado para que en algún momento surjan proyectos similares para no poder opinar. NO PODEMOS QUEDARNOS QUIETOS.