La Corte Constitucional colombiana resolvió el lunes 21 de Febrero por 5 votos a 4 eliminar la penalización del aborto durante las primeras 24 semanas de vida del niño.

Después de meses de espera, la Corte Constitucional resolvió el debate sobre la despenalización del aborto en Colombia: El máximo tribunal decidió que las mujeres puedan eliminar a su hijo sin razón alguna, siempre que la aberrante práctica se realice a más tardar en la semana 24 de vida. Pasado ese periodo se podrían argumentar las causales de "malformación del feto", "que la madre corra peligro" o "que el embarazo haya sido fruto de un abuso", lo que sabemos que literalmente habilita a abortar en cualquier momento del embarazo.

Mientras los magistrados Alberto Rojas, Antonio J. Lizarazo, José Fernando Reyes, Diana Fajardo y Julio Andrés Ossa votaron a favor de esta inmoralidad que deja a los colombianos más indefensos a merced de la industria del odio, Cristina Pardo, Jorge Ibáñez, Paola Meneses y Gloria Ortiz, se opusieron.

La decisión de la Corte Constitucional fue celebrada por la organización feminista "Causa Justa", que fue la que interpuso la demanda para que la Corte debatiera nuevamente el tema del aborto. Según las activistas lo decidido es "un avance muy importante para las mujeres colombianas" y "un alivio para el personal de salud que está amparado por la ley" para eliminar niños antes de nacer.

De todos modos, el fanatismo abortista no está conforme, toda vez que pretende que la Corte Constitucional elimine el aborto del Código Penal, señalando que mantener el procedimiento en el ámbito penal y no en el de la salud pública, permite que continúe la criminalización de mujeres que aborten a sus hijos.

"Los plazos reconocen la autonomía de las mujeres hasta una cierta etapa del embarazo, pero no se sustentan en razones científicas y niegan la capacidad de las mujeres para decidir como sujetos morales plenos”, sostuvo la abortista Ana Cristina González Vélez, miembro de Causa Justa y cofundadora de La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres.

Lo sucedido en Colombia, como en otros países, muestra claramente que el enemigo de la vida inocente, de la familia, de la dignidad de la mujer, es siempre el mismo, que utiliza los mismos argumentos falaces y no cede ante una circunstancial derrota.

Es por eso que la lucha provida debe apuntar a un trabajo integral, global, sostenido y creativo. El enemigo no descansa y la causa provida merece todo de nosotros, todo el tiempo.