LOS ACTIVISTAS DEL GENOCIDIO CELEBRAN POR LOS MILES DE NIÑOS DESAPARECIDOS
Jueves, 30/12/2021
"El aborto legal gana terreno en América, pero también sufre nuevas embestidas", titula una nota del medio oficial Télam.
"La ley tiene un sentido enorme de dignificación de los derechos de la mujer" dice por su parte la anciana abortista Nelly Minyersky en Infobae.
Desde la organización abortista Amnistía Internacional reconocieron que "uno de los problemas que se presentan en la aplicación de la ley es la ausencia de campañas públicas de información". Así lo cita por su parte Perfil, otra empresa periodística "verde", como lo son todas las calificadas como "grandes medios nacionales".
Por su parte, el medio militante Página 12 publica una nota referida al siniestro aniversario de la ley. El artículo reseña el caso de una menor de 16 años que quiso abortar a su hijo de 15 semanas sin que supieran sus padres, que encontró que su ginecólogo era objetor de conciencia, que "asesorada" por un grupo abortista llegó hasta un hospital a 300 km de su hogar y que, luego de habérsele suministrado la droga asesina Misoprostol la práctica fue interrumpida por intervención de sus padres y que la joven decidió conservar a su hijo con vida.
Más allá de las diferencias en las publicaciones, se evidencia cierto "lamento" por no haber logrado el cambio cultural que pretenden los partidarios del aborto. La mención de que tener la ley no alcanza, que faltan campañas de información, que un médico objetor de conciencia es un problema, que la presencia de los padres les quita la oportunidad de una víctima más, demuestra que hay un terreno fértil a la defensa de la vida que, a pesar de tener gobiernos, millones, ley y los medios de comunicación de su lado, les impide avanzar en sus planes antivida.
Los datos oficiales indican que fueron 32.758 los argentinos a los que no se les permitió nacer desde la implementación de la ley genocida en el sistema público hasta el 30 de Noviembre de 2021. Una cifra muy lejana de la mentira esgrimida con insistencia hace 3 años, que confirma la habitual estrategia de inflar los números para presionar la legalización.
El ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, área fuertemente partidaria del derecho a la eliminación de niños en el vientre de sus madres, informó que el 93% de la provincia cuenta con efectores municipales que aseguran el acceso al aborto y detalló que desde la promulgación de la ley 27.610, se registraron 16.700 prácticas a demanda, es decir, sin que se argumentara más causa que la voluntad de la madre de eliminar al niño: el 95% fueron abortos "voluntarios" y el resto "legales".
El 75% de los descartes de seres humanos se llevó a cabo con la droga aprobada en su dosis abortiva por el gobierno de Mauricio Macri (Misoprostol) y que desde 2018 se distribuye en hospitales y centros de atención primaria. El resto de las prácticas fueron quirúrgicas.
En la provincia de Buenos Aires hay 494 establecimientos públicos que realizan abortos.
En 2020 la provincia que gobierna el militante abortista Axel Kicillof distribuyó 19.305 tratamientos para eliminar niños y en 2021 la cantidad ascendió a 42.567.
Desafío provida
Los millones de argentinos que batallaron por los niños por nacer durante el 2018 y el 2020, deben tomar nota de que la locura verde que apoya el actual gobierno nacional y provincial de Buenos Aires y no pocos legisladores, tiene un dique en la cultura de la vida.
Ninguna mujer debe considerar válido el camino del aborto. Íntimamente todas lo saben, pero es preciso fortalecerlas para que no se vean doblegadas por entornos nocivos, militantes del odio, novios u ocasionales acompañantes, médicos y sistemas que presionan: TODO eso se cae ante la convicción de una persona que no quiere la destrucción de su hijo, que sabe que no tiene culpa, que sus problemas continuarán aún con su muerte.
La misión provida es legal, sin dudas. La ley debe ser derogada (tal vez primero su aplicación condicionada), pero la gesta es CULTURAL.
Es preciso llegar a todos lados, a todas las personas (hombres y mujeres) con un mensaje provida firme, claro, esperanzador. Para eso se fundamental la formación de cada ciudadano para saber informar, asistir, acompañar, contener a quien está en una situación vulnerable en este tema.
Toda mujer en problemas debería encontrarse primero y fácilmente con un ciudadano provida antes de llamar a un teléfono abortista o de concurrir a pedir un aborto.
Lloramos a los miles de niños que en 2021 murieron a manos del Estado. Nos lamentamos por sus madres que no quisieron, no supieron o no pudieron defenderlos.
El aborto es una tragedia. Y nadie decente celebra una tragedia.