El miércoles 27 de Septiembre de 2017 se realizaban en más de 20 ciudades argentinas, incluida la Capital Federal, manifestaciones ciudadanas entusiastas, colmadas de familias y jóvenes, con muchas organizaciones a las que convocamos, con carteles y banderas, con la convicción de que los niños por nacer y sus madres merecen protección siempre.

Aquel día, en Buenos Aires, miles de personas se congregaron en la Plaza de Mayo y cantando a viva voz llegaron a la Plaza Lorea, frente al Congreso Nacional, para expresar su rechazo al aborto, interpretando lo que con esa y las marchas que siguieron, la profunda convicción de toda la Argentina de que legal o ilegal, el aborto mata a un ser humano indefenso, inocente, y que su madre siempre se verá perjudicada, sea por el trauma de haber matado a su hijo o por el deterioro que provoca en ella estar inmersa en la cultura de la muerte.

A lo largo de varias cuadras la larga columna provida enarboló pancartas con las leyendas "Un latido, una vida", "Legal o ilegal, el aborto mata igual", "#Niunamenos, #Niunabortomas", provocando que más y más gente se fuera sumando a su paso.

"Marchamos para proteger al niño y a la mujer, pedimos leyes que protejan a las mujeres embarazadas", "¡Queremos pedir a nuestros legisladores que no haya ley del aborto! Lo que necesita la mujer embarazada es amor y asistencia", "Una madre no sólo lleva a un hijo en el vientre durante nueves meses, lo lleva en su corazón durante toda su vida", fueron algunos de los conceptos que se escucharon durante la caminata.

Frente a la plaza Lorea, un minuto de silencio por las víctimas del aborto y las estrofas del Himno Nacional, abrieron el corazón para los discursos que se sucedieron desde el escenario.

Alejandro Geyer, coordinador de Marcha por la Vida Argentina, fue presentando a cada uno de los que se dirigieron a la multitud reunida frente al escenario.

El Ing. Carlos Lorenzo, quien tuvo la iniciativa de la realización de esta marcha, recordó que la inspiración estuvo en las multitudinarias marchas que se realizan en otros países (Italia, Francia, EE.UU., Perú, Paraguay) con la misma motivación de combatir el aborto. "Tuvimos muchas dificultades pero, de ahora en más, vamos por la segunda marcha para el año que viene", lo que fue celebrado por los presentes.


El presbítero Luis Fornero, de Luján, aseguró que era el amor el que los había convocado, el amor a Dios, a la Patria, al prójimo, a la mujer. Visiblemente emocionado señaló "Están acribillando mujeres por el aborto", y animó a luchar por los que no pueden gritar. "El niño en el vientre de su madre no tiene voz", aseveró.

Gustavo Volpe, de Rosario Te Quiero Provida, que realizaba marchas desde hacía 14 años y se trasladó especialmente desde Santa Fe para participar de ésta en Buenos Aires, instó a los jóvenes a involucrarse por el futuro de país. "En manos de Uds. está el ir a golpear la puerta de los legisladores, de cada diputado, de cada senador, y decirles 'Sí a la Vida'".

Por su parte el pastor Jorge Gómez, en representación de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina, dijo "Decimos sí a la vida y decimos que el aborto no es un derecho, es un crimen". "No podemos legitimar el derramamiento de sangre inocente", exhortó a seguir el ejemplo de la Santa Teresa de Calcuta para combatir el aborto con adopción.

El Dr. Ernesto Beruti, jefe de obstetricia del Hospital Universitario Austral, señaló, como si fuera necesario, que en base a su larga trayectoria profesional, que no cabía duda de que lo que se desarrolla desde el instante mismo de la concepción en el vientre de una mujer es un ser humano "inocente e indefenso".

"No podemos quedarnos de brazos cruzados porque una presidente dijo que no estaba de acuerdo con el aborto. Ni podemos quedarnos de brazos cruzados porque el actual presidente, cuando fue el Congreso Eucarístico Nacional, dijo que defiende la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte", expresó a los participantes de la Marcha por Vida -de cuya organización partipó- María de los Ángeles Mainardi. Expresó también su preocupación por la aplicación del Protocolo de Abortos no Punibles.

Raúl Magnasco y su esposa Ayelén Alancay, de la organización + Vida, dijeron que la marcha "es la esperanza de un nuevo país que puede crecer, fortalecido en los valores más importantes. No hay ningún país que haya logrado combatir ningún flagelo de este mundo, ni la droga, ni la corrupción, ni el aborto sin el compromiso de su gente. El aplauso es para ustedes."

Aquel 27 de Septiembre, participaron también el legislador de la Ciudad de Buenos Aires Eduardo Santamarina (Partido Demócrata - Cambiemos), a la prestigiosa médica Dra. Chinda Brandolino, el doctor Jorge Enríquez, subsecretario de Justicia de la Ciudad y candidato a diputado nacional, los dirigentes del Partido Demócrata Cristiano Luis Federico Beruti y Andrés González Balcarce, el ex intendente de San Miguel y ministro de Gobierno bonaerense Joaquín de la Torre, entre otros.

La Marcha por la Vida -que recibió apoyo de la Conferencia Episcopal Argentina y muy especialmente de monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata- se realizó también en Córdoba, Mendoza, Tucumán, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero, Neuquén, San Juan, La Rioja, Misiones, Salta, entre otros lugares.

Como es sabido, 5 meses después el anuncio gubernamental de impulsar el debate en el Congreso de un proyecto de legalización del aborto provocó un cambio de estrategia y Marcha por la Vida Argentina, junto a muchas organizaciones provida del país, debió convocar a la sociedad a nuevas marchas en 2018 que fueron el marco fundacional de la Ola Celeste, un movimiento que rápidamente superó las fronteras y fue ejemplo de lucha por la vida y la familia.

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