Un lector de un medio gráfico de Buenos Aires envió una carta referida al término impuesto por los promotores del genocidio del aborto.
El mote de "antiderechos" inspiró a Ignacio M. de la Riva para reflexionar sobre el tema y compartimos sus oportunas palabras.
"Los 'antiderechos'
Ante el reciente dictado del protocolo reglamentario de la ley de aborto, se me dio por pensar en la expresión 'antiderechos', acuñada y usada por muchos promotores de esa ley para referirse a quienes defendemos las dos vidas.
Y llegué a la conclusión de que el término está muy bien elegido, aunque no sus destinatarios.
Basta leer la ley del aborto y el protocolo para advertir los importantes derechos que ambos textos (el segundo, aun con más énfasis) desconocen: ante todo, el derecho a la vida del niño por nacer, el más indefenso de todos; el derecho de los padres a actuar en representación de sus hijas adolescentes; el del progenitor a defender la vida del hijo que ha concebido; el derecho del personal de la salud a ejercer con amplitud su derecho a la objeción de conciencia; el de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones; el derecho, en fin, de las entidades sanitarias y educativas a desarrollar sus actividades conforme a sus respectivos idearios institucionales.
Todos estos derechos y otros más se sacrifican en aras del pretendido 'derecho'de la madre a decidir sobre la vida de su hijo, lo que solo se explica si se deja de lado aquello de que 'mis derechos terminan donde comienzan los derechos de los demás', un límite completamente desatendido por los inventores de un supuesto 'derecho a decidir'ilimitado.
Estoy confundido, ¿quiénes son, en definitiva, los 'antiderechos'?