Este 20 de Mayo, en medio de restricciones sociales diversas por los casos de Covid-19 y en un país en manos de un gobierno que propuso y presionó con toda clase de argucias la legalización del genocidio del aborto, recordamos la Marcha que organizamos en 2018.

Aquel domingo unas 3.600.000 personas salieron a las calles de la Argentina (alrededor de 350.000 en Buenos Aires) para pedir, pacíficamente, que el Congreso Nacional respete la vida de los niños por nacer.

Apenas 2 meses antes, el 25 de Marzo, ya habíamos logrado que se llevaran adelante 222 marchas en las provincias, reuniendo a más de 2.000.000 de ciudadanos apoyando la protección integral de la mujer y del niño desde instante mismo de la concepción.

Sin diferencias sociales, ni partidarias, ni religiosas, la Argentina se ponía de pie y se manifestaba por las dos vidas. Un gran escenario sobre la avenida Entre Ríos reunió a médicos, docentes, representantes religiosos, periodistas, vecinos de Ciudad Oculta y a Sara Winter (ex feminista y ex abortista) rechazando los proyectos de aborto y reclamando el respeto de la Constitución Nacional y de todo el marco jurídico que se le subordina.

De todo lo sucedido, rescatamos el impecable documento que leyeron los docentes. Hoy, incluso con una ley genocida sancionada, no pierde valor. TODO LO CONTRARIO.

Instamos a los buenos docentes y a las familias a leer y compartir esta declaración. La lucha continúa.


MANIFIESTO DOCENTE A FAVOR DE LA VIDA - 20 DE MAYO DE 2018

Somos docentes de todos los niveles: inicial, primario, secundario, terciario y universitario; profesores de escuela de gestión estatal y privada. Docentes de todas las áreas de la enseñanza.

Nos hemos reunido en esta oportunidad para responder -libres de toda ideología- al actual debate sobre la despenalización y legalización del aborto en la Argentina.

Estamos aquí para expresar el compromiso de seguir viviendo auténticamente nuestra vocación de educar en la transmisión de la Verdad. Ver cómo y qué aprenden los niños y jóvenes, eso es lo que amamos hacer, aquello que nos identifica, día a día.

¡Qué contrasentido que se nos pida estar atentos a los niños, velar por sus derechos, buscar permanentemente su inclusión en el aula y, al mismo tiempo, que se pretenda que enseñemos que el aborto es un derecho!

COMO DOCENTES, MANIFESTAMOS:

Que la Verdad puede ser descubierta y transmitida de generación en generación, persona a persona, siendo la escuela -después de la familia- el lugar más idóneo para hacerlo. Si no hubiese una verdad, un contenido a transmitir, ninguna docencia tendría sentido.

Que es nuestra obligación educar en la Verdad a nuestros alumnos, y que precisamente esta comunicación es la que le da sentido a la vocación que vivimos.

Manifestamos que la gestación de un nuevo ser vivo, el embarazo de una mujer –así convertida en madre-, no pueden estar sujetos a discusiones ideológicas. Nuestro compromiso con la transmisión de la Verdad no nos permite libertad de opinión allí donde estas cuestiones están probadas.

Manifestamos que el aborto provocado, practicado ya como fin o como medio, es gravemente contrario a la dignidad de la persona humana. Una auténtica EVASION de la responsabilidad, la claudicación ética más grande de la historia. Un acto cobarde y cruel.

COMO DOCENTES, NOS COMPROMETEMOS:

A enseñar siempre y en todo lugar que la vida humana comienza en el momento de la CONCEPCIÓN, también llamado fecundación; a enseñar siempre y en todo lugar que este ser que se inicia ya es, desde ese instante, un humano COMPLETAMENTE diferente a su madre y a su padre, tan único, tan digno y tan respetable como cualquier otro ya nacido, y por lo tanto sujeto de todos los derechos y protecciones que la sociedad y la ley otorgan a los demás niños.

De lo anterior se deriva que nunca vamos a enseñar que el aborto provocado sea algo moralmente aceptable ni tampoco una solución para resguardar la dignidad o salud de la mujer, con INDEPENDENCIA de las condiciones en que se realice. Clandestino o legal, el aborto es un crimen igual.

Nunca vamos a decir a nuestros alumnos que matar a un hijo es un derecho. Antes bien, les explicaremos que todos los derechos y deberes SUPONEN, como es obvio, que estemos vivos para poder ejercitarlos. Con Aborto no hay vida. Por tanto, pensamos, sostenemos y enseñaremos que toda legislación que autorice el aborto -al día siguiente, a las 14 semanas o a los 6 meses, da igual- implica un ATROPELLO de los Inocentes, un ATAQUE a la Justicia y una AGRESIÓN a la maternidad y paternidad.

No callaremos. No doblegarán nuestro espíritu. No nos obligarán a decir que 2 + 2 son 5, a ver lo que es negro como si fuese blanco, a enseñar que matar a un inocente es un derecho, a creer que la verdad de las cosas se pueda definir contando votos en el Congreso.

Nuestro compromiso con los niños y con el bien común nacional no nos permite ser indiferentes ante leyes que pretenden implementar la eugenesia en la Argentina; leyes que no tendrían viabilidad alguna si no estuviesen respaldadas por campañas que distorsionan las más elementales verdades científicas.

Creemos que es nuestro deber cívico y patriótico decir la VERDAD sobre el aborto, CUESTE LO QUE CUESTE, y evitar -a través de nuestra palabra docente- que las instituciones educativas sean utilizadas para imponer mentiras anticientíficas y falsedades ideológicas. Vamos a resistir esta suerte de “pensamiento PRETENDIDAMENTE hegemónico”, que cuenta con la complicidad o, peor aún, con el silencio cobarde de tantos comunicadores sociales. Hablaremos por los que NO pueden hablar. Defenderemos a los que NO se pueden defender. Seremos escudo IMPENETRABLE de los que NO pueden protegerse a sí mismos. Seremos la voz de los que NO tienen voz. Con la Verdad por delante, nuestra palabra será luz en el medio de la oscuridad.

CREEMOS Y ENSEÑAREMOS:

Que ningún proyecto ni ninguna ley pueden desconocer la realidad biológica y científica acerca del comienzo de la vida humana y su existencia.

Que es un crimen espantoso, y un grave incumplimiento al Juramento Hipocrático, que las entidades de Salud pretendan obligar a los Médicos a realizar abortos, cuando la Ciencia, la Medicina y el Derecho consideran a ese ser como DISTINTO genética y biológicamente a su madre y a su padre.

Que la grandeza de una nación se mide por cómo se protege a los más necesitados, a los más débiles, y no hay ABSOLUTAMENTE nadie más débil que el Niño por Nacer.

Por todo lo dicho, los docentes aquí presentes -y todos aquellos que nos acompañan en espíritu y corazón desde otros lugares- hacemos un clamoroso llamado a LA TOTALIDAD de los demás educadores de la nación. Un llamado a mantenernos alineados con los principios expuestos, en fidelidad ante todo a la Verdad, con todas sus consecuencias, instando a dar testimonio OPORTUNA E INOPORTUNAMENTE. Sólo así respetaremos a los niños que han sido confiados a nuestro cargo.


Bajate el Manifiesto Docente y compartilo: